Todo el
mundo lo sabe y asume: el agua es un bien esencial. En el mundo occidental,
abrimos un grifo y allí está: un chorro limpio y diáfano de líquido potable,
inodoro, inocuo... e imprescindible. Nos hemos acostumbrado a ello, y la mínima
sombra de prescindir de ese privilegio nos inquieta durante las cada vez más
frecuentes sequías. En España, esa conciencia trasciende cada vez más, con lo
que el consumo de agua medio está por debajo de 300 litros por persona y
día. La media Europea está en unos 350 y la norteamericana en 600. El mínimo
que recomienda la ONU es 50, que no se alcanza en gran parte del tercer mundo.
Los
usos principales son la agricultura y la industria. El consumo doméstico
alcanza el 15%.
De este
consumo, el 40% es agua potable para cisternas de baño. En España, más de 800
millones de litros de agua depurada y potabilizada, lista para beber, se
utilizan cada día para limpiar tazas de WC. O lo que es lo mismo, 1 embalse de
tamaño pequeño (30hm3) entero se vacía mensualmente sólo para ese
uso.
Las
medidas aplicadas en algunos casos para minimizar ese despilfarro son bien conocidas:
desde sistemas de doble descarga, a ladrillos en la cisterna para disminuir la
cantidad de agua.
Sin
embargo, seguimos utilizando agua de boca para un uso que no ha evolucionado
apenas en 100 años.
La
mejor solución es sencilla: reutilizar agua. Pero, ¿cómo? Mediante una cubierta vegetalizada con sistema Babylon.
La
cubierta vegetalizada ligera consiste en una cubierta deck metálica aislada con
vegetalización incorporada y adaptada al clima ibérico.
El
ajardinamiento de cubiertas presenta grandes ventajas: Desde un mejor
aislamiento térmico hasta la compensación de emisiones de CO2 y una mejora
evidente en estética y confort general.
Sin
embargo, necesita regarse a un ritmo de 1,5 litros por día y
metro cuadrado. Pues es en ese punto donde comienza el ciclo infinito del agua:
-Las
aguas grises del edificio son aquellas provenientes de duchas, bañeras y
lavamanos. Se recogen en un circuito separado y se envían a un filtro.
-Una
vez filtradas, se elevan a la cubierta para ser utilizadas en un
sistema de riego por goteo.
-El
agua de riego atraviesa el sustrato y el drenaje, alimentando las plantas. El
agua sobrante de la cubierta vegetal, cae al fondo de la misma, y es recogida
por el sistema de desagües, juntamente con el agua de lluvia. Ése es el sistema
Babylon, desarrollado por las empresas Asepma y Vivers del Ter.
-Esta agua,
depurada de manera natural por la vegetalización, se almacena por muy poco
tiempo, para impedir su deterioro.
-Finalmente,
entra en el circuito de alimentación de las cisternas de los WC, donde es
utilizada para las descargas.
-Añadiéndole
al sistema una microdepuradora de aguas negras, de tipo físico, las mismas
aguas del WC pueden ser utilizadas juntamente con las grises para el riego de
la cubierta, con lo cual el ciclo vuelve a empezar.
En este
ciclo, la aportación de agua potable de red queda restringida al uso de higiene
humano, que crea las aguas grises, y de electrodomésticos.
Así, en
ciertos edificios, como polideportivos, el ahorro total de agua puede ser de
2,5 millones de litros anuales. Y todo sin contar con la aportación de aguas
pluviales, que también se recuperan. No olvidemos que de media sobre cada metro
cuadrado de cubierta en España caen anualmente unos 400 litros de agua que
pueden aprovecharse totalmente.
En
definitiva, todo un mundo de posibilidades sin grandes sobrecostes, que pueden
permitir que digamos, al entrar en el baño: “voy a regar las plantas”.
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